El Fuego gasta, el Aire produce, el Agua ahorra y la Tierra administra. Con estas pocas palabras, la Astrología define cuál es el vínculo más importante que cada sigo establece con el dinero. La relación con los bienes materiales de cada nativo varía de acuerdo con los planetas que lo gobiernan y en especial se vincula con el tipo de elemento que predomina en su tema natal, de tal modo que ciertos individuos privilegian la producción de riquezas, mientras que otros se sienten más cómodos administrando bienes para que estos se multipliquen a lo largo del tiempo. No se debe olvidar que todo aquello que se vincule con la actitud personal frente al tema de los recursos define también el tipo de respuesta emocional que esa persona tiene ante la vida ya que el dinero es un símbolo de energía condensada.
Esto nos permite entender por qué para los signos de Tierra los aspectos económicos están profundamente ligados a su identidad y a su realización personal. Mientras que para los signos de Agua los recursos materiales suelen ser un territorio de lucha, en el cuál lo básico es garantizar la propia seguridad. Los signos de Aire, en cambio, entienden el terreno de lo material como un ámbito en el que poner en práctica su creatividad. En cambio, para los signos de Fuego la riqueza es un blasón que puede exhibirse como distintivo del propio valor o un elemento que brinda placer cuando es utilizado con alegría.
Para gastar sus recursos los elementos también difieren en forma significativa. El Aire no se distingue precisamente por su capacidad para ahorrar pero como es sumamente mental estudia racionalmente sus gastos, alcanzando un adecuado equilibrio. El Fuego invierte su dinero por simple placer y generalmente se deja guiar por sus impulsos y sus imperiosos deseos de obtener diversos objetos de su agrado. La Tierra, organizada y conservadora, es la que menos gasta sus recursos y a la que mejores réditos le brindan sus inversiones. Y por último el Agua no logra retener el dinero en su poder por demasiado tiempo.